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  • Foto del escritorCarolina Contreras

AMOR en pareja (primera parte)

Al paso de los años, el amor y la pareja han sido temas de discusión entre los estudiosos de la especie humana. Filósofos, científicos, psicólogos, médicos, teólogos y demás, han tratado de resolver las incógnitas que rodean estos temas; sin embargo, los resultados han sido tan diversos como la misma naturaleza del hombre.

Por designio cultural o no, la mayoría de los seres humanos deseamos el amor; compartir la vida con una persona digna de recibir nuestra caricia, cuidado, respeto e intimidad, que cuide y proteja nuestro frágil corazón que entregamos por amor quedando vulnerables a la herida del abandono o el rechazo.

Erich Fromm describe en su libro El Arte de amar, los cinco tipos de amor: el parental que es el amor que sentimos a los padres; el Filial que sentimos hacia nuestros hermanos y mejores amigos, el Erótico que es carnal y apasionado, el amor a uno mismo y el AGAPE que es definido como el amor total, abnegado y desinteresado que se tiene a Dios y que en algunas religiones es el mismo tipo de amor que se debería tener en el matrimonio. El problema es que tenemos ideas del amor, teorías, hipótesis pero rara vez tenemos un entrenamiento o una práctica sobre él. Nadie nos enseña a amar.

Al paso de nuestros años, con nuestras experiencias de vida vamos reformulando el concepto de amor, aprendemos un poco de nuestros padres, hermanos, amigos, hijos, parejas momentáneas; aprendemos del error, y deseamos congelar los aciertos.

El amor de pareja pareciera ser el más complejo y difícil de mantener, a menudo soñamos con el amor fantástico de los cuentos de hadas, ese amor que nos complementa, enamorado y apasionado, donde los problemas se resuelven a besos y el otro se convierte en el refugio del mundo hostil.

Cuando una pareja decide cohabitar, se enfrenta a la realidad de compartir la vida con una persona, y para lograrlo con éxito se requiere trasgredir hasta cierto punto la comodidad y la libertad que supone el ser soltero; entrenar virtudes como la tolerancia, la creatividad, la complicidad, la lealtad, el respeto y sobretodo la frustración; todo a cambio de la compañía del ser que elegimos por sobre varios miles en un compromiso de amor. Con los años la convivencia se va transformando y pasa por diversas etapas, en algunas se requiere apoyo externo; la mirada de alguien diferente que nos ayude a conciliar entre dos mundos que siempre serán diferentes y al mismo tiempo construyen día a día y momento a momento un mundo nuevo que comparten.

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